Un grave bug en el portal web de Kia permitió a un equipo de expertos en ciberseguridad controlar millones de vehículos de forma remota.
La vulnerabilidad, localizada en la infraestructura web del fabricante
surcoreano, posibilitó desbloquear, encender y rastrear
vehículos… y para ellos les bastó con conocer un número de matrícula.