La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China no ha hecho más que intensificarse. Los gravámenes superan ya el 100%,
marcando uno de los momentos más tensos en la relación comercial entre
ambas potencias. Mientras tanto, Washington ha alcanzado un alivio
temporal con otros países con los que mantiene acuerdos, suspendiendo de forma provisional los llamados “aranceles recíprocos”, aunque manteniendo un arancel base del 10%.