La sanidad no es ajena a la
revolución social que está provocando la Inteligencia Artificial (IA).
De hecho, aunque esta herramienta se ha popularizado en los últimos
meses, gracias a la IA generativa, este sector lleva años utilizando una
tecnología que está sirviendo para apoyar y mejorar los diagnósticos,
para avanzar en los tratamientos personalizados y para la explotación y
procesamiento de grandes volúmenes de datos