Intel ha dado continuidad su gama de tarjetas gráficas Arc
con el lanzamiento de una segunda generación sucintamente bautizada
como Arc B. Aunque parten de la misma base técnica que las últimas GPU
integradas para procesadores portátiles Lunar Lake,
su hardware es considerablemente más complejo y potente, llegando a
mejorar en cerca del 25 % el rendimiento de la primera generación.