Google Translate ha sido, durante años, una herramienta esencial para millones de usuarios en todo el mundo.
Desde viajeros hasta estudiantes y profesionales, su capacidad para
traducir entre más de 100 idiomas ha facilitado la comunicación en
innumerables situaciones. Sin embargo, quienes lo usan con frecuencia
saben que sus resultados no siempre son perfectos. Muchas veces, las
traducciones carecen de matices, contexto o precisión en el tono, lo que
puede generar frases forzadas o malinterpretaciones. Ahora, Google trabaja en una actualización que promete cambiar esto con una nueva capa de inteligencia artificial.