Lo que ahora es X, y que muchos seguimos llamando Twitter, se ha ganado una mala reputación desde que Elon Musk adquiriera esta red social y la llenara de bots. Tampoco ha ayudado mucho que los algoritmos favorezcan la visibilidad de cuentas de extrema derecha. Y que una gran cantidad de cuentas de pago se dedique a robar contenido y difundirlo para ganar interacciones a costa del trabajo ajeno. Y la victoria de Donald Trump en las últimas elecciones a la presidencia de Estados Unidos han sido la gota que ha colmado el vaso. De ahí que muchos hayan decidido irse de Twitter a Bluesky.